Encuentra sus orígenes en la necesidad de muchas personas de buscar una práctica que se ajuste a sus dolencias.
El yoga terapéutico (hatha yoga adaptado) se basa en un profundo conocimiento de la anatomía y fisiología del cuerpo, para adaptar la práctica de acuerdo a las características biomecánicas y patológicas de cada practicante con el fin de potenciar su salud y el equilibrio integral de los mismos. Por ende las clases se realizan en grupos reducidos siendo más suaves y dando importancia al alineamiento corporal en cada postura (utilizando sillas, bloques, cintas, mantas, etc.) como también a las técnicas de control respiratorio.
La práctica del yoga terapéutico promueve el desarrollo de una conciencia despierta, basándose en la premisa de que nuestro cuerpo tiene abundantes recursos y la capacidad plena para la autorregulación y el autoequilibrio. Estableciendo una dinámica de confianza con nuestro cuerpo.
La práctica supone una herramienta preventiva ( no solo terapéutica) tanto desde el punto de vista físico como psicológico.